Plantillas de certificado de excelencia

Considere dar un certificado de premio de excelencia a empleados, socios de negocios o estudiantes que han hecho un trabajo extraordinario. Mientras que los aumentos, las bonificaciones y otros incentivos pueden ser muy efectivos para recompensar un buen trabajo, conmemorar el rendimiento laboral y académico con un certificado de excelencia sigue siendo una de las mejores formas de mostrar agradecimiento.

Creando un programa de excelencia efectivo

¿El reconocimiento formal produce resultados?

Empleadores y educadores no suelen estar de acuerdo sobre la efectividad de los programas de excelencia. Sin embargo, tal y como dice Kim Harrison discusses en su libro Creative Ideas for Employee Recognition, ejemplos de la vida real han mostrado una fuerte correlación entre los programas de excelencia y una mejora de los ingresos y la moral de los empleados. El Walt Disney World Resort, por ejemplo, ha establecido un reconocimiento diario a los empleados por parte de los supervisores. Este sencillo cambio ha aumentado la moral en un 15 %. Es más, “estos resultados también se relacionan con unos niveles altos de satisfacción de los clientes, que mostraron intención de volver, y por tanto aumentan de forma directa la rentabilidad.” Dada esta relación entre reconocimiento, moral y beneficios, veamos algunas formas de implementar un programa de premio a la excelencia en su institución.

Elementos claves para un programa de excelencia efectivo

Cuando se hace de forma correcta, el reconocimiento a los empleados valiosos y a los mejores estudiantes pueden dar un empujón para que todo el mundo realice un trabajo mejor. Alguno de los elementos claves para un programa de reconocimiento de éxito son:

• A tiempo – Eventos planificados para entregar un certificado de excelencia y hacer que los eventos sean lo más puntuales posible. En lugar de planear unos premios semestrales en los que alguien siempre tiene que ganar, sin tener en cuenta su rendimiento, debería buscar una relación directa entre un gran trabajo y el reconocimiento formal. Dé a conocer un rendimiento excelente la semana en la que se ha realizado la acción.
• Contexto – Al dar a conocer el trabajo individual, asegúrese de que su logro está relacionado con el contexto de los objetivos institucionales. ¿Qué significa, a largo plazo, lograr ese objetivo? Al conectar su programa de excelencia con los resultados del mundo real, conseguirá que los empleados alcancen dichos resultados. Sin este contexto, un certificado de excelencia puede ser un acto aleatorio.
• Escala adecuada – Si entrega un certificado de excelencia en su negocio, tanto el premio como el evento que se lleve a cabo deben corresponder con el desempeño que se va a reconocer. Si va a dar una gran fiesta para celebrar que un empleado tiene la oficina más limpia, perderá la habilidad de felicitar de forma efectiva a quien acaba de cerrar un trato de 1 millón de dólares.
• Auténtico – Esta es una de las razones por las que no recomendamos seguir una rutina programada de eventos de reconocimiento. Cuando dichos eventos se convierten en rutina, pierden autenticidad y se convierten en un aspecto más de la rutina diaria. Un reconocimiento auténtico con un certificado de excelencia de calidad es una mejor idea.
• Unirlo a incentivos de valor – Aunque puede entregar un certificado de premio a la excelencia sin una bonificación monetaria, incluir algún tipo de beneficio puede que lo haga mucho más valioso para sus empleados. Mientras que el dinero parece ser el motivador más apropiado, no siempre resulta ser el más efectivo. A veces, obtener un trato preferencial temporal en algún tema de la oficina consigue mucho más, y en este caso las opciones son ilimitadas. La clave es añadir valor al certificado, y a través de ellos demostrar agradecimiento por el trabajo de quien lo recibe.

Qué NO hacer con un certificado de premio a la excelencia

Habiendo cubierto lo que hace que un programa de certificado de excelencia laboral funcione, deberíamos mencionar brevemente algunos problemas comunes. Forbes analiza aun estudio hecho por Ian Larkin, profesor adjunto de Harvard Business School, el profesor Lamar Pierce y el estudiante de doctorado Timothy Gubler, de Olin School of Business en la universidad de Washington en St. Louis, que encontró que, mientras más de un80 por ciento de empleadores llevan a cabo programas de este estilo, tan solo unos pocos obtienen resultados. En parte, esto ocurre por entregar premios de forma gratuita y que no tienen un significado real. Si entrega un certificado de excelencia a un empleado por cumplir con una expectativa laboral básica (como llegar puntual al trabajo), hará que el estándar sea demasiado bajo como para conseguir una mejora significativa. Los programas de excelencia necesitan estar unidos a la excelencia laboral, real y demostrable, preferentemente junto con estadísticas que muestren lo valioso que es el desempeño del empleado. Lo mismo ocurre con la excelencia académica: hay tantas formas en las que un estudiante puede conseguir ir más allá de lo esperado, que entregar certificados por el mero hecho de completar tareas manda el mensaje equivocado. Evite crear un ambiente en el que “todo el mundo gana” y será capaz de fomentar de forma adecuada los momentos de grandeza de su equipo, departamento o clase.